Con hipnótico sonido e infinito azul, las grandes aguas atraen las miradas visionarias y, balanceando el brillo del oro en el horizonte, las retan a caminar sobre su lomo. Los días multiplican las rutas, promesas que embaucan a los valientes, a los desesperados que huyen de la muerte, a los amantes de la vida y a los soñadores de pasos despiertos. Tenaces sendas de frágil espuma colman el tiempo, entrecruzan esperanzas en tramas ondulantes que unen tierras antiguas, hermanas en la noche y el dolor. Palpita la tierra con estertores terminales, síntomas de una geografía enferma que desarraiga pueblos enteros, ríos de injusticia que desembocan en ojos de indiferencia, vasto desierto vestido de mar... breve de pronunciar, inmenso en el pensamiento, interminable de recorrer.
Fragmento libro "Anhelos Extraviados"