NAUFRAGIO DE BARRO

En el proceso de reminiscencia corporal, ceremonial y sagrada de la trayectoria de Adán Paredes, la exposición presentada ofrece un cambio. Nuevos materiales se avecinan al generar un diálogo con su fiel cerámica. Aire y agua deciden impregnar su creación artística, como principio de hombre nómada inserto en la navegación, al confrontarse con un paradero desconocido.

Las barcas desplegadas en el ambiente surcan la superficie luego de la tempestad. Intervenidas con cerámica y objetos marítimos varios, unas presentan velas y remos, sogas y claraboyas antiguas, otras, reliquias como cofres y una figura de María Magdalena –aloDonatello–, presencia de la penitente a los pies de la cruz en el momento de la Crucifixión. Elementos todos identificados con la tripulación a bordo, guardianes en ocasiones y guías del rumbo a vislumbrar. Cinco figuras de barro en escala humana, moldes del cuerpo del artista, materializan finalmente la desesperanza del marinero, anclado entierra.”

En el proceso de reminiscencia corporal, ceremonial y sagrada de la trayectoria de Adán Paredes, la exposición presentada ofrece un cambio. Nuevos materiales se avecinan al generar un diálogo con su fiel cerámica. Aire y agua deciden impregnar su creación artística, como principio de hombre nómada inserto en la navegación, al confrontarse con un paradero desconocido.

Las barcas desplegadas en el ambiente surcan la superficie luego de la tempestad. Intervenidas con cerámica y objetos marítimos varios, unas presentan velas y remos, sogas y claraboyas antiguas, otras, reliquias como cofres y una figura de María Magdalena –aloDonatello–, presencia de la penitente a los pies de la cruz en el momento de la Crucifixión. Elementos todos identificados con la tripulación a bordo, guardianes en ocasiones y guías del rumbo a vislumbrar. Cinco figuras de barro en escala humana, moldes del cuerpo del artista, materializan finalmente la desesperanza del marinero, anclado entierra.”

Laura Pomerantz